Hacer compost en casa es una manera excelente de reducir los residuos orgánicos y crear abono para las plantas de nuestro jardín. ¡Y lo mejor de todo es que es muy fácil de hacer! Aquí te presentamos tres sencillos pasos para hacer compost en casa.
Paso 1: Recolectar los residuos orgánicos
El primer paso para hacer compost es recolectar los residuos orgánicos en un recipiente específico. Esto incluye la yerba del mate, restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo, café, té, hojas secas, y pequeñas ramas o flores. Es importante evitar agregar a la pila de compost alimentos cocidos, carnes, huesos, aceites, y productos lácteos, ya que estos pueden atraer animales no deseados y tardan mucho tiempo en descomponerse. E
Paso 2: Crear la pila de compost
Una vez que hayas recolectado los residuos orgánicos, es hora de crear la pila de compost. Puedes utilizar una compostera o simplemente crear una pila en un lugar del jardín. Es importante que la pila de compost tenga una proporción adecuada de materiales verdes (restos de frutas y verduras) y marrones (hojas secas), para que la descomposición sea efectiva. Agrega una capa de materiales verdes, seguida de una capa de materiales marrones, y así sucesivamente. Es importante mantener la pila húmeda y aireada, para que los microorganismos puedan trabajar adecuadamente. Es decir, en este punto es importante encontrar el balance de nitrogeno y carbono en el compost: poner la misma cantidad de residuos humedos (los organicos verdes mencionados, que aportan nitrogeno) y residos organios secos (hojas secas, ramas, carton, pinocha, acerrin natural, que aportan carbono). Al tener el mismo balance de humedo y secos evitamos que el compost se pudra.
Paso 3: Esperar a que el compost esté listo
Una vez que hayas creado la pila de compost, es hora de esperar a que se descomponga adecuadamente. Dependiendo del clima y de la cantidad de materiales utilizados, el compost puede estar listo en unas pocas semanas o tomar varios meses. Sabrás que está listo cuando tenga un color oscuro, tenga un olor a tierra y se desmorone fácilmente en tus manos. ¡Y ya está! Ahora tienes abono orgánico listo para utilizar en tus plantas y ayudar al medio ambiente al mismo tiempo.
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